Herculano y Oplontis

Mas pequeña que Pompeya, pero según parece sus habitantes eran más ricos que sus vecinos.

Lo primero que llama la atención es la profundidad de la excavación, fue enterrada bajo unos 16 a 25 m de cenizas, se ve el contorno sin excavar con lo cual la profundidad resalta todavía más.

La entrada se hace por lo que antes era la playa, pero ahora el suelo que está a unos 20 metros de altura sobre donde antes estaba el agua, la costa retrocedió de 300 a 400 m. Por lo tanto nada más entrar tienes una visión frontal y elevada de toda la ciudad.

Enseguida la mirada se te va hacia el embarcadero, donde bajo los arcos de los cobertizos de las barcas se ven un montón de esqueletos. En 1980 se encontraron bajo estos arcos más de 200 esqueletos de ciudadanos de Herculano que acudieron aquí para refugiarse. A diferencia de Pompeya aquí no se encontraron huecos de cuerpos en la ceniza. Al encontrarse más cerca del Vesubio que Pompeya, la temperatura del flujo piroclástico fue mayor, de 400 - 500 ºC con lo cual los cuerpos se quemaron prácticamente al instante quedando únicamente los huesos.

Por la tarde visitamos Villa Popea en el yacimiento de Oplontis, la antigua ciudad romana que hoy es Torre Annunciata. Se le atribuye a Popea Sabina, segunda esposa de Nerón por una inscripción encontrada en una ánfora que iba dirigida a ella. No parece base suficiente para atribuirle la casa así que los arqueólogos la llaman Villa A, que no es muy inspirador que digamos, así que las gentes del lugar la siguen llamando Villa Popea.

Desde luego Popea encaja con el perfil de los romanos disparatadamente ricos que poseían estas villas. Sea de quien fuera la casa es bastante desconocida y no suele estar incluida en los planes de visita de la mayoría de turistas que visitan la zona, pero según la proclamación de la UNESCO esta villa posee "las pinturas murales mejor conservadas de la época romana" y la visitamos prácticamente solos.